Toxina Botulínica
Rejuvenecimiento facial con Toxina Botulínica
El uso más común de Toxina botulínica es para suavizar y prevenir las arrugas de expresión del rostro, relajando algunos de los músculos respectivos con mínimas dosis.
Entre sus múltiples aplicaciones de rejuvenecimiento facial o de correcciones (p.ej. sonrisa gingival o asimetrías de la cara), se indica su uso en arrugas de la frente, entrecejo y periorbitarias o patas de gallo.
La aplicación es prácticamente indolora y dura aproximadamente 20 minutos. En casos de hipersensibilidad cutánea puede usarse anestesia tópica o frío local.
AL CONTRARIO DE LO QUE MUCHOS PIENSAN, EL USO CORRECTO DE TOXINA BOTULÍNICA NO DEJA UN ROSTRO PARALIZADO A NO SER QUE SEA POR DESEO O SOLICITUD DEL PACIENTE.
LOS RESULTADOS NATURALES DEPENDEN EXCLUSIVAMENTE DE LA TÉCNICA DE APLICACIÓN INDIVIDUALIZADA QUE SE UTILICE.
La toxina botulìnica es también utilizada en el tratamiento de la Hiperhidrosis axilar (sudoración excesiva), ya que interfiere a nivel de la unión de las terminaciones nerviosas simpáticas en las glándulas sudoríparas, frenando la transpiración y evitando así la incomodidad de manchas de sudor axilar en ropas y el disconfort.
Valores: